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Medina Vigil-Argüelles, Enrique, «Enrique Medina» | Reseñas históricas | Arte, cultura y deporte | Escritores | Posá | La Carrera | Siero | Comarca del Nora | Centro de Asturias | Montaña de Asturias | Asturias | Principado de Asturias | España | Europa.
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Mapa de situación del concejo
Mapa de situación del concejo de Siero. Asturias.
Escudo del concejo
Escudo del concejo de Siero. Asturias.
Descripción
Un poco de mi vida
Nombre: Enrique Valentín Medina Vigil-Argüelles.
Nombre que utilizo en los medios informativos y en otras publicaciones: Enrique Medina.
Lugar de nacimiento. Soy de Siero, ribereño de El Nora y aldeano. Nací en La Carrera de Siero, barrio de Posada y en el «Llugar d´Arriba». Por lo mismo, «Fariñón» de pura cepa. (Aclaro: este gentilicio nos lo adjudican desde la época de la Reconquista a los habitantes de los barrios del Oriente de la parroquia de La Carrera, tiene su larga historia para contar y también su leyenda). Algunos dicen: «que los aquí nacidos tienen una carrera de nacimiento». ¡Será por tomarnos el pelo!
Fecha: 8 de septiembre del año 1940. (Día de la Santina de Covadonga). ¡Más asturianu imposible!
El apellido paterno, el Medina, suena a árabe (En Marruecos me confundieron y me tomaron por moro, más bien sería por vestir chilaba y comer carne de camello). En realidad procede de Narzana de Sariego, y se asentó en la Pola tradicional varios siglos atrás.
El materno, el Vigil y el Argüelles (ambos son los más antiguos de la primitiva y más significada nobleza de Siero). Yo los uno para que no se pierdan y hacer homenaje a mi madre. No los utilizo casi nunca (nada más que cuando me obligan), no vaya a ser que los de Hacienda me tomen un día por un potentado terrateniente cuando realmente mi madre fue una pobre aldeana y mi padre un emigrante que fue a hacer «las Américas», y regresó pronto y sin maleta. (Lo de la emigración en casa de mis abuelos de la Pola es un caso atípico: Mandaron el primer «fiu» para Buenos Aires con 11 años y los otros varones de la familia numerosa detrás, uno cada año; allá se juntaron seis hermanos y algunos no se conocieron en la Pola, fue en Buenos donde supieron que eran hermanos. (No sé si habría alguna casa en Asturias con seis hijos emigrantes).
Fui un estudiante mediocre y, aunque «me lo tiren a la cara» los amigos, yo nunca fui a la escuela de mi pueblo. A la Pola «bajaba» a los cuatro años, al colegio de las monjas, después (cuando se fueron), pasé por las Escuelas Públicas de la villa y más tarde alumno de Bachiller en «el Centro» y terminé «enrollándome» con los estudios industriales, sin que aquello me gustase ni una pizca.
La locura de escribir me entró casi de niño y con mucha prisa. A los dieciséis años me publicaron el primer escrito en el periódico «REGIÓN» de Oviedo, viniendo esa misma semana el director de entonces, Ricardo Vázquez Prada, a buscarme a casa; creyeron que había sido mi padre (la coincidencia del nombre y del apellido originó una confusión y menuda la que me armaron por meterme en esos líos, «propios de mayores», me dijeron). Después llegaron las informaciones, las crónicas de fútbol y las retransmisiones en directo, las primeras entrevistas, otros periódicos y revistas, los reportajes temerarios y sensacionalistas, (incluyendo los que hacía semanalmente para «El Caso» y que, además, eran los que mejor me pagaban), la radio, la primera emisora de la COPE (mi inolvidable Radio Noreña, en la que hice de informador, radiofonista, guionista, reportero y, por querer hacerlo todo, hasta me casé con la locutora, aquella gallega que en las ondas se la conocía como Maiso Villanueva y que se convirtió en la señorita Socorro, al pasar por sorpresa de profesora a un colegio privado cuando ya estaba prevista su incorporación a Radio Oviedo. (¡Qué pena, con lo bien que salía y cómo vocalizaba! Y ya nunca más volvió a la radio, pasándose 35 años aguantando «guajes» de otros).
Los veinte años se iban quedando atrás y el salto mortal sin red: Madrid. Otra vida, el correr de acá para allá, pateando la calle (mi mejor universidad), el ver y contar. La Escuela de Sanidad de pasada para justificar la «mili», las crónicas diarias para dos periódicos de provincias, las maravillosas noches de Radio Juventud de España. Las tertulias de los famosos, El Prince, el circo de Carabanchel, las lecciones de Perico Chicote, los insomnios y las nostalgias que curábamos con sidra en «La Mina» de Angelín de Tuto…
Y la decisión de regresar. De volver a casa para estar más cerca de los tuyos y de lo tuyo.
Doña peseta te hace aparcar la profesión de tu vida. El demonio guasón te cambia los papeles de sitio y cuando ibas a ocupar el puesto de redactor en un diario asturiano, de la noche a la mañana te ves entre los administrativos y los comerciales de una famosa y muy importante empresa de productos cárnicos de Noreña. Detrás llegan los coches, los perfumes y los negocios propios para acaparar y arrancarte casi treinta y cinco años de tu vida.
La misión estaba cumplida y hay una decisión tomada con antelación. Me dispongo a olvidar para siempre el marketing, los objetivos, los números, las órdenes. Los sesenta años es el tope para la jubilación, para volver a escribir, para curar la enfermedad de la nostalgia, para empezar otra vez y dar rienda suelta a mi vocación periodística. A principios del año 2000 se vuelve a publicar un artículo mío en «La Nueva España» (de cuyo periódico conservo el carné de cronista desde hace ahora cincuenta años). Son los personajes populares y famosos que a los cuatro años recojo en mi primer libro publicado en el año 2004.
En el año 2007 sale el primer tomo del segundo libro: «La Otra Pola» (Evocación del pasado). Puedo decir «que está agotado todo el papel»… Terminados ya, el segundo tomo de «La otra Pola» (a la espera del mejor momento), adelantándose para final de año 2008 el de «Gente con historia». Hay, además, escritos y dispuestos otra docena de libros, los que voy dejando para cuando no pueda «producir» o con la mejor intención, para añadir a la herencia de mis nietos…
Durante mis largos años de «ausencia, o de destierro voluntario», he investigado las costumbres, las tradiciones, los dichos y los hechos, y las gentes de Siero, de Noreña y de gran parte de Asturias. Rebuscando, indagando y preguntando en archivos, en bibliotecas, en los pueblos… Y atesoro miles de fotografías antiguas en mi archivo.
He fundado y llevo dirigiendo la revista «Los Fariñones», que luego se convirtió en «Pueblos y gentes de Siero. Revista histórica del concejo», ya hace veinte años. Todos los años por el mes de abril, coincidiendo con la fiesta local de los Huevos Pintos, el Ayuntamiento de Siero manda esta publicación a los nativos que están dispersos por el mundo.
Tengo tres proyectos importantes en marcha: «Debajo de las olas del mar», «Desde el fondo de la tierra» y «Lo que nadie contó del Titanic». ¡Puedo armar «la marimorena»!
En Noviembre recorreré de cabo a rabo la República Argentina «para traerlos a casa» y escribir de nuestros emigrantes asturianos…
Puede quedar mucho entre las teclas (antes se decía en el tintero). Solamente voy añadir un par de anécdotas: «Me tentaron para ser cronista oficial de dos concejos distintos». Y «tres partidos políticos de signo contrario me pusieron el anzuelo». Sigo siendo y diciendo: «yo soy yo», independiente, apolítico y neutral. Sobre todo, escritor, además de un periodista vocacional hasta la muerte. (De la antigua usanza y muy modernizado).
Termino con una confidencia: «Mi gran problema es querer escribir ahora lo que debí escribir a lo largo de aquellos casi cuarenta años»… ¡Qué no falte la salud!
Fuente: Enrique Medina. 19 de enero de 2008.
Nota
En 2010 aparece el libro Gente con historia. Personajes famosos y fabulosos de Siero y Noreña, que recopila sus artículos en el diario La Nueva España de Oviedo.
UN CRONISTA DEL PAISAJE HUMANO DE SIERO Y NOREÑA
- Autor: José Antonio Coppen Fernández* [véase biografía], escritor y cronista de Noreña.
- Fecha: 25 de junio de 2010.
Acabamos de asistir a la presentación del segundo tomo de personajes famosos y fabulosos de Siero y Noreña, bajo el título «Gente con Historia», cuyo autor, Enrique Valentín Medina Vigil-Argüelles, en el futuro Enrique Medina, a lo largo de varios años ha venido descubriendo y desgranando a través de las páginas del diario LA NUEVA ESPAÑA. Se trata de un periodista y escritor de raza, todoterreno, que vive a caballo entre Noreña y Pola de Siero. Es ribereño del Nora y aldeano, él así se define. Su madre lo trajo a este mundo en La Carrera de Siero, barrio de Posada, en el «llugar d´Arriba», por ello, «fariñón» de pura cepa.
No vamos a detenernos en su densa trayectoria en el arte de escribir, para lo que sería necesario otro espacio, sólo decir que, a los 17 años, Medina vio publicado su primer escrito en el desaparecido diario «Región», de Oviedo. Y a partir de aquí, periódicos, revistas y emisoras de radio. Recuerda con añoranza Radio Noreña, en la que se fogueó como informador, radiofonista, guionista, reportero. Su capacidad de trabajo era tan grande que hasta se casó con la locutora, aquella gallega que se la conocía por Maiso Villanueva, o sea, Socorro, la madre de sus tres hijos, dos varones: Alberto, médico pediatra; Fernando, protésico dental, y Sonia, enfermera de la uvi móvil de Langreo; a los que hay que sumar tres nietos: Alberto, Marina y Jaime. Todos conforman una encantadora familia de la que se pueden sentir orgullosos, a la que yo celebro haber conocido.
Si el placer consiste en percibir una sensación agradable, gozo y contento, de tal guisa que las horas se hacen más cortas, el ejercicio de escribir resulta uno de los más íntimos. Es como conseguir la libertad plena de espíritu. O, también, como un amor platónico a través del cual escudriñas maravillosos paisajes idílicos y novedosos. Ahora bien, en esta hermosa faceta humana de escribir, para ser realmente sincero, sin cortapisas de ninguna naturaleza, hay que pensar que tus escritos carecen de lectores. Es muy conveniente expulsar al público de tu espíritu.
Pues bien, un cronista tiene que sentir un amor intenso por su pueblo, ciudad o concejo, sea del tamaño que sea, en su labor y desarrollo sociocultural en pro de los mismos, como aportación a la historia local. Y es muy necesario que mantenga una independencia total de los correspondientes gobiernos. Así, pues, no puedo, por más que lo intente, por íntimas convicciones sobre la talla de la inquietud, capacidad y actividad del personaje, renunciar a declarar públicamente, de manera muy personal, obviamente, a mi entrañable amigo Enrique Medina, como cronista del paisaje humano de Siero y Noreña. No hago otra cosa que ratificar como lo he bautizado en ocasiones anteriores. Su trayectoria periodística de los últimos lustros, en el descubrir y el desgranar con envidiable entrega y paciencia la vida y la obra de infinidad de gentes de estos dos concejos, a través del escaparate del diario LA NUEVA ESPAÑA, así lo atestigua y lo consolida con la publicación de este segundo libro, compendio de los reportajes acumulados y que quedarán recogidos en el mismo para futuras generaciones en las bibliotecas públicas y familiares.
Nuestra felicitación más sincera y efusiva.
Nota
(*) Este texto fue publicado también por su autor como artículo en el diario La Nueva España de Oviedo con el mismo título y fecha jueves 24 de junio de 2010.
Concejo de Siero
El mejor carbonífero asturiano, castilletes que se asoman como gigantes de metal en la ruta del Siero minero, despensa ecológica, palacios rurales, fiestas que son referencia, etapa en el Camino de Santiago, llagares, ‘mercáu' de martes y mercado de ganado… Así es Siero.
Los concejos (municipios) que limitan con el Concejo de Siero son: Bimenes, Gijón, Langreo, Llanera, Nava, Oviedo, San Martín del Rey Aurelio, Sariego y Villaviciosa. Cada uno de estos concejos (municipios) comparte fronteras geográficas con Siero, lo que implica que comparten límites territoriales y pueden tener interacciones políticas, sociales y económicas entre ellos.
Comarca del Nora
Dulcemente montañosa y verde, cuenta con la mayor llanura de Asturias. Despensa ecológica y energética, sus entrañas son la ‘arteria' del carbonífero en el corazón minero, industrial, ilustrado y medieval de Asturias.
La comarca está conformada por uno o varios concejos (municipios). En este caso: Llanera, Noreña y Siero. Los concejos representan las divisiones administrativas dentro de la comarca y son responsables de la gestión de los asuntos locales en cada municipio.
Conocer Asturias
«Catedral de Oviedo: Ubicada en el corazón de la ciudad de Oviedo, la catedral es otro monumento nacional impresionante. Construida en estilo gótico, data del siglo XIII y destaca por su belleza arquitectónica y su colección de arte sacro. Uno de los tesoros más preciados de la catedral es la Cámara Santa, donde se conservan reliquias y objetos de gran valor histórico y religioso.»
Resumen
Clasificación: Reseñas históricas
Clase: Arte, cultura y deporte
Tipo: Escritores
Comunidad autónoma: Principado de Asturias
Provincia: Asturias
Municipio: Siero
Parroquia: La Carrera
Entidad: Posá
Zona: Centro de Asturias
Situación: Montaña de Asturias
Comarca: Comarca del Nora
Dirección: Posada
Código postal: 33519
Web del municipio: Siero
E-mail: Oficina de turismo
E-mail: Ayuntamiento de Siero
Dirección
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